Mis sombras de ojos en crema: una pequeña obsesión

Si empiezo a utilizar productos de cosmética coreana y veo que me funcionan me engancho perdidamente, investigo y acabo probando casi de todo (y de paso creando un blog, ¡que cosas me pasan!)

Si gracias a vosotras descubro las bondades de los iluminadores no sólo pruebo uno sino que acabo con cuatro a la vez y haciendo experimentos.

Si sois lectoras habituales del blog tal vez ya os habéis empezado a dar cuenta de que tengo pequeñas obsesiones cosméticas que a veces duran más y otras menos, pero que habitualmente me llevan a comprar en muy poco tiempo varios productos de la misma familia o muy parecidos para poder probarlos, compararlos y comprobar si me convencen o no. Una de estas últimas obsesiones han sido las sombras de ojos en crema y hoy os voy a contar cuales tengo en uso y cómo están funcionando.



Antes que nada, aviso a las que me conocéis menos: así como con los cosméticos creo que tengo cierto conocimiento y experiencia, dentro de que no soy una profesional, con el maquillaje soy una absoluta inexperta, casi una incapaz... y eso llevando mil años maquillándome todos los días. Desde siempre me he maquillado simplemente para mejorar mi aspecto o como diría mi señora madre: "por respeto a los demás y a mí misma" y nunca me ha llamado la atención el aprender nuevas técnicas o experimentar con distintos colores y si a esto se une que soy una persona muy discreta pues ya os podéis imaginar la sosez.

Gracias al universo blogger me está picando el gusanillo "maquillístico" (moderado, tampoco os penséis) y me he lanzado más a probar nuevas texturas  o colores. Una de estas pequeñas nuevas obsesiones han sido las sombras de ojos en crema, básicamente porque todas decíais que son súper cómodas para utilizarlas a diario de manera sencilla y rápida consiguiendo buenos resultados.

La primera sombra en crema que me compré para ver si me manejaba con la textura y me gustaba el acabado  fue una sencillita de encontrar y de color muy discreto para no hacer ningún estropicio, la Maybelline Color Tatoo 24hr color 93 Crème de Nude. Es una sombra mate de color beige clarito que aplico en todo el párpado y sirve a modo de base igualando el tono, camuflando rojeces por ejemplo. La aplico siempre con los dedos y la verdad es que es estupenda para incapaces porque dado el color no hay que tener un cuidado extremo al aplicarla y puedes meter la pata sin grandes consecuencias.

Es fácil de extraer del botecito simplemente acariciando con la yema de los dedos y se extiende con facilidad, pero se fija con rapidez una vez aplicada y entonces ya no la mueves si no es desmaquillando, así que es mejor maquillar los ojos de uno en uno, es decir, aplico y difumino un ojo y luego paso al otro, imposible aplicar la sombra en los dos y luego intentar difuminarla... no funciona. (Esto aplica para todas las sombras que os voy a mencionar en este post)

Como me encantó el acabado y sobre todo la duración de esta sombra me animé a comprar otra ya en un tono taupe, que es el que uso habitualmente sobre el párpado móvil para mi maquillaje de diario. Me puse a investigar en las redes a ver qué tono me podía encajar más y de qué marca sin tener que gastarme un congo y encontré otra de la misma línea de Maybelline el tono 40 Permanent Taupe. El único problema de esta sombra es que no se vende en España (no acabo de entender los criterios de venta en distintos países con personas de características físicas similares) pero gracias a San Amazon la pude comprar sin problemas y por un precio similar a la anterior, menos de 7€.

Esta sombra resulta un poco más dura al tacto que la anterior, así que su aplicación no es tan sencilla, pero es fácil tomando una pequeña cantidad con el dedo corazón y aplicándola en el párpado móvil a pequeños toquecitos, sin arrastrar. No me parece completamente mate sino que tiene un puntito satinado, el resultado para mi es estupendo y de lo más discreto y elegante. Como la anterior se fija como pegamento, te puedes aplicar encima el lápiz khol y queda perfecto. Dura todo el santo día sin moverse ni un pelo.

Combinando la sombra taupe con una de las nudes tengo unos ojos perfectos para diario, simplemente variando el tono del lápiz khol le doy un toque distinto.

Como todo es mejorable me entró el ansia viva por probar alguna de tono más rosado y me quedé enganchada a la idea de comprar Morning Glory de Nabla (tengo unas ganas que me muero de probar varias cosas de Nabla) pero no me acababa de decidir por el tema gastos de envío (un ataque de raterío que me ha dado con el tema) y entonces encontré en el bendito Amazon una versión rosada de Maybelline y la compré para experimentar con ese tono, se trata del 91 Crème de Rose que como el taupe tampoco se comercializa en España.

Se trata de un tono beige rosado mate precioso que se mimetiza perfectamente con mi tono de piel y me gusta más su acabado que el tono crème nude, simplemente mejora mi tono sin que parezca que voy maquillada, es más discreto (también ilumina menos) y sobre todo me gusta que es muy, muy cremosa, de las tres de Maybelline es la que mejor se extiende y deja un acabado estupendo. Combinada con el tono taupe el ojo queda precioso y perfecto para diario.

Ya metida en harina me dedicaba a buscar sombras en crema en todas las webs en las que suelo comprar y en iHerb encontré de casualidad una sombra a un precio completamente absurdo (menos de 3€) la E.L.F  Smudge Pot color Wine Not.

Se trata de una sombra en un tono marrón con un toque burdeos, tiene destellos un poco "purpurinosos" pero nada excesivo, yo que soy súper discreta la uso para ir a trabajar sin problemas. Es cremosa y se extiende con mucha facilidad a pequeños toques con el dedo y su duración es extrema, dura todo el santo día sin moverse ni medio milímetro y los brillitos no caen del párpado en ningún momento. Me ha sorprendido mucho y me parece que la relación calidad-precio es increíble.

Mi última adquisición, de momento, ha sido una sombra en crema en formato lápiz, la Kiko Long Lasting Stick en el tono 33, un bonito gris oscuro.

Es con la que menos he experimentado de momento y a priori me resulta menos cómoda que los formatos en tarrito del resto, ya que hay que dar unas pasadas de lápiz y luego extender y difuminar con el dedo. El párpado queda bonito pero me parece que su duración es inferior a las anteriores y además me cuesta más aplicarla por su formato, así que me da un poco más de pereza su uso.

Todas estas sombras se retiran perfectamente con un desmaquillador de ojos bifásico o con una limpiadora facial en aceite, si bien la más "rebelde" es la  E.L.F. pero nada dramático que no se quite en un par de pasadas sin irritar.

Como he comentado antes sigo con muchísimas ganas de probar las sombras en crema de Nabla y me gustaría que me aconsejarais si hay alguna especialmente recomendable desde vuestro punto de vista. Tengo en el radar Husky y Entropy pero me encantaría tener vuestro consejo ¡teniendo en cuenta que las quiero para uso diario y que soy discreta!. ¡Gracias a todas!