Mi rutina de belleza I: La limpieza

Me sucede de vez en cuando, y más desde que tengo el blog, que amigas o conocidas me preguntan: “¿Pero de verdad usas todos estos productos?, ¿todos?”, “¿cuánto tardas en arreglarte por la mañana/noche”, “si dices que eres perezosa, ¿cómo te pones tantas cosas una detrás de otra?”, así que he pensado en contaros mi rutina actual, y digo actual porque varía en función de la época de año o de las necesidades de mi piel aunque hay fases como de la que hoy voy a hablar que son bastante estables.

Como siempre comento y pongo en las “premisas” de este blog, hablo exclusivamente de mi experiencia, completamente subjetiva, lo que me sirve a mi puede no servirte a ti… pero es también cierto que lo que me sirve a mí sirve también a otras muchas personas y puede resultar inspirador o dar pistas para realizar cambios y mejorar tu rutina de belleza.

El primer paso, imprescindible, fundamental, INEVITABLE, para cualquier rutina de belleza es la limpieza, ya os estáis quitando de la cabeza frases tipo: “pero si no me he maquillado hoy basta con pasarme una toallita o darme un golpe con agua”, “total para limpiar la cara me sirve el jabón de manos”, “por un día que no lo haga no va a pasar nada”, las respuestas a estas frases son: no, no basta con eso- cuidadito con el pH de tus limpiadoras que puedes agredir tu piel- sí que pasa algo: descuidas tu piel y pierdes el hábito.

Como ya sabéis quienes me leéis habitualmente soy una firme defensora de la doble limpieza nocturna que para quienes todavía no la conozcan consiste en realizar dos limpiezas de la piel, una primera con una limpiadora de base oleosa y una segunda limpieza de base jabonosa.

“¿Por qué tengo que limpiarme la cara dos veces, vaya tostón, si ni debe ser bueno para la piel?”, la razón más sencilla que os digo siempre es: Porque se nota, hay gran diferencia entre limpiar bien la piel o no hacerlo, básicamente en la calidad de la misma, en su textura y en cómo recibe y actúan todos los productos que os apliquéis después, igual que no vas a fregar el suelo sin barrerlo antes porque sólo conseguirías mover la suciedad, no deberías ponerte ningún tónico, serum, crema, etc. sin haber limpiado cuidadosamente tu piel, bueno, salvo si quieres taponar tus poros y malgastar un montón de dinero en cremas que no van a servir para nada porque tu piel no va a poder aprovecharlas.

Normalmente se dice que la limpieza oleosa sirve para eliminar el maquillaje y la jabonosa la suciedad soluble en agua, es decir, hacemos un paso de “desmaquillaje” y otro de “limpieza” y esto es cierto, pero por ejemplo yo no uso nunca base de maquillaje y no me salto nunca este primer paso de limpieza porque la propia piel produce sebo y además hay productos como los protectores solares que debemos retirar correctamente.

Actualmente yo tengo estos productos de limpieza en base aceite, que voy alternando según me apetece aunque para los viajes siempre utilizo los que son en formato bálsamo, por comodidad y evitar derramamientos en la maleta.

Tenéis en el blog varias reseñas: Clarins Pure Melt Cleansing Gel , el famosísimo bálsamo Banila Co Clean It Zero  o el aceite DHC Deep Cleansing Oil que muchas tal vez no conozcáis porque es un producto de cosmética japonesa, pero ya os adelanto que es un éxito a nivel mundial del que se vende una unidad cada diez segundos.

¿Cómo uso estas limpiadoras en aceite?, tras desmaquillarme los ojos con un limpiador específico bifásico como el Desmaquillante Expres de Yves Rocher, sobre la cara seca aplico el aceite o bálsamo, froto bien con suavidad por toda la cara y cuello y una vez bien aceitosa humedezco mis manos y froto de nuevo, veréis que el aceite se convierte en un líquido lechoso que arrastra toda la suciedad, a continuación lo retiro todo de mi cara con una muselina/toallita empapada y escurrida de agua caliente. Sí, lo podéis retirar directamente aclarando con agua templada, pero os vais a perder un momento maravilloso de relax al utilizar la toallita caliente.

Yo a continuación no me seco sino que con la cara aún húmeda tras retirar la limpiadora en aceite aplico directamente la limpiadora jabonosa, froto mi cara y cuello con suavidad (insisto en la suavidad) bien directamente con las manos o utilizando una esponja konjac, aclaro de nuevo con mi querida toallita enjuagada y escurrida en agua caliente y paso a secar mi cara suavemente presionando con una toalla limpia.

Y ahora tocaros la cara y me contáis cómo la tenéis de suave y contenta esperando recibir los tónicos, esencias, serums y cariños.

A veces, en días perezosos, en vez de utilizar limpiadoras jabonosas uso como segundo paso un agua micelar, que es jabonosa también pero más rápida de usar.

Ahora tengo en uso estas limpiadoras jabonosas, ya os he hablado de la Su:m37 Miracle Rose Cleansing Stick de mi adorada espuma de rosas Andalou Naturals 1000 Roses Cleansing Foam y del agua micelar natural Aloe Vera Phytorelax 

Como veis ahora mismo tengo cuatro productos de cada tipo en danza, pero eso no quiere decir que sea necesario, simplemente a mí me gusta probar cosas nuevas. Con tener una limpiadora en aceite y otra jabonosa es suficiente y hay múltiples opciones en el mercado, desde caras a baratas aunque es cierto que para las que son de aceite la variedad y economía es mucho mayor en la cosmética oriental.

Muy importante es que elijáis limpiadoras jabonosas con un pH adecuado así que investigad antes de comprar nada si no queréis que vuestra piel lo pague con tirantez e irritación, yo intento no usar nada que no esté entre el 5 y el 6 de pH. Aquí tenéis un buen listado del pH de limpiadoras asiáticas, es una pena que no tengamos lo mismo de las occidentales, como sabéis en mis reseñas de limpiadoras intento informaros siempre del pH que tienen.
Si queréis saber más sobre por qué el pH de una limpiadora es importante os recomiendo este estupendo post del blog Snow White and the Asian Pear

Vale, fantástico… ¿y te da tiempo a llegar al trabajo por la mañana?. Por la mañana no es necesario realizar la doble limpieza, sólo tenemos que retirar el sudor, celulillas muertas y restos de productos cosméticos aplicados la noche anterior y para eso nos basta con la limpiadora jabonosa. Puedes utilizar el agua micelar si te duchas por la noche, pero si como yo lo haces por las mañanas a mí me resulta de lo más cómodo aplicar mi limpiadora en espuma en la ducha nada más meterme antes de empezar a lavarme el pelo o enjabonarme el cuerpo, es simplemente el primer y más sencillo paso de mi ducha.

¿Y hace falta usar la esponja rara esa konjac o la toallita-muselina?, pues no son imprescindibles pero ayudan, con este tipo de limpieza puedes utilizar simplemente tus manos y listo.

Como he comentado a mí me encanta usar la toallita porque me relaja mucho aplicarla calentita,  no hace falta gastarse un Congo en comprar una muselina de las que venden algunas marcas premium, simplemente puedes comprar toallitas faciales con una cara de rizo y otra aterciopelada, son bien baratas, se encuentran en cualquier tienda de ropa de hogar, las compras en paquetes que vienen varias y así las puedes usar un par de días y echar a lavar sin problemas, por supuesto también puedes comprar muselinas que son menos suaves pero hacen una ligera acción exfoliante diaria. Como os comentaba no hace falta comprar muselinas caras, además de las que se venden como específicas para cosmética tienes las de toda la vida para la higiene del bebé y la tela es la misma (muselina, obvio).

Las espoja konjac es un clásico cosmético oriental pero no es difícil de encontrar en occidente, la ventaja que tiene sobre otras esponjas es que es de fibra exclusivamente vegetal, tiene una ligera acción exfoliante y una vez usada la aclaras bien y cuelgas de su cuerdecita para que se seque lo que evita la proliferación de bacterias y porquerías varias. Las fibras de esta esponja limpian muy bien, a veces la uso sin ningún producto de limpieza.

Esponja konjac seca y húmeda

Os pongo la foto de la esponja seca y húmeda para que veáis la diferencia aunque obviamente sólo la debemos usar húmeda. Es importante cambiar la esponja cada dos o tres meses, pura cuestión de higiene. Yo uso siempre la versión blanca pero hay otras como la negra que lleva carbón y es apta para pieles acneicas.

Mi favorita es la konjac de Missha, por precio y calidad, y aprovecho cuando hago pedidos a Corea para añadirlas a los paquetes, pero como os he comentado se pueden encontrar konjacs en tiendas de aquí como Sephora o incluso Mercadona, pero la primera me parece cara y de la segunda no me convence demasiado su calidad. De las españolas mi favorita es la Mimos de Beter, que encuentras incluso en hipermercados como Carrefour por menos de 5€

Vale, ¿pero por qué no debo utilizar mis toallitas desmaquillantes con lo cómodas que son que me limpio súper rápido y sin tanto lío? Pues básicamente porque no te desmaquillan y limpian bien ¿Cómo que no?, yo la paso varias veces, incluso puedo usar más de una, froto bien y no veas lo sucia  que queda, ¡claro que limpian! Tu lo has dicho: para conseguir limpiar y desmaquillar moderadamente bien y, desengáñate, no van a a limpiar tus poros como una limpiadora en aceite, espuma, crema... como digo para hacerlo bien tienes que pasar y repasar, frotar y refrotar...y en consecuencia someter a tu piel a una agresión completamente innecesaria y te aseguro que vas a tardar menos tiempo y vas a mimar tu piel si lo haces con otro tipo de limpiadoras. Yo sólo utilizo a veces las toallitas como segundo paso de limpieza en viajes y sólo si no tengo alguna muestra de una limpiadora en espuma con un pH adecuado.

Pero es que a mi me gusta usar limpiadoras en crema o loción. Si es la textura que prefieres úsalas como primer paso de la rutina, en lugar de una limpiadora en aceite, pero recuerda hacer después el segundo paso con una limpiadora jabonosa adecuada para tu piel y con un buen pH.

¿Hacéis vosotras la doble limpieza?, ¿os parece una bobada?.