Clarins Pure Melt Cleansing Gel

En la doble limpieza facial asiática el primer paso se suele realizar con aceites limpiadores o unos bálsamos de consistencia similar a la vaselina, aunque la mayoría de este tipo de limpiadoras se encuentran en marcas asiáticas cada vez hay más de la cosmética occidental que cumplen el cometido, como el Clarins Pure Melt Cleansing Gel que os reseño hoy.

¿Cómo se usa un aceite para limpiar la cara?,  ¿ha sido este gel-aceite tan eficaz como otras limpiadoras similares asiáticas?, ahora os lo cuento.

¿Qué es?

 Una limpiadora facial con textura de gel fundente, su textura cambia de gel a aceite y leche desmaquillante al utilizarla sobre la piel.

Se aplica una pequeña cantidad en el rostro seco, se masajea para que se convierta en aceite y se elimina emulsionándola con agua.

¿Es para mí?

Es válido para cualquier tipo de piel siempre que no seas alérgico a alguno de sus ingredientes.

¿Qué promete?

Gracias a su textura cambiante elimina todas las impurezas y maquillajes, incluso los más intensos, dejando una piel pura, fresca y suave.

Imagino que ya todas conocemos la famosa doble limpieza que se utiliza en las rutinas asiáticas, pero no vamos a dar nada por hecho y voy a refrescar información: Al final del día lo deseable es aplicar una doble limpieza sobre la piel para de este modo eliminar todos los residuos, impurezas, maquillaje, sebo… y aumentar la efectividad de todos los productos que utilizamos a continuación. Por la mañana no es necesario hacer una doble limpieza, basta con usar una limpiadora jabonosa, en espuma o agua micelar, yo soy fan de usar espuma facial en la ducha.

Aunque podemos hacer combinaciones distintas de doble limpieza la clásica es realizar la primera con una limpiadora en aceite y la segunda con  jabón/espuma, de este modo se elimina toda la suciedad “grasa” como los maquillajes, protectores solares o el propio sebo de la piel y a continuación los residuos que podemos eliminar con agua. Como digo esta es la doble limpieza “clásica” pero las combinaciones son múltiples dependiendo de nuestras preferencias y necesidades, podríamos hacer leche limpiadora-espuma, aceite-agua micelar etc. Yo en días normales soy de aceite-espuma y en días vagos o de poca suciedad uso agua micelar-espuma.

Seguro que algunas pensaréis “madre mía, si a mí me cuesta limpiarme una vez cómo voy a hacerlo dos veces, menuda pereza… si seguro que hasta es malo tanto limpiar”, bueno, os voy a dar la razón definitiva para hacer una doble limpieza, la razón que me convenció a mí: chicas, se nota, ¡la piel cambia! y además es fácil convertirlo en un momento muy gustoso usando una simple muselina o toallita, ahora os cuento como.

Este gel fue un regalo que me hicieron aunque es verdad que lo elegí yo, al ver un gel que se convertía en aceite me picó la curiosidad para probar qué tal funcionaba, porque la limpiadora bálsamo que estaba usando (famosísima coreana que tengo pendiente de reseñar) no me acababa de convencer.

Es un gel aceitoso en formato tubo, lo que hace muy cómodo su uso y evita el “contaminarlo” metiendo los dedos en un bote, no hace falta demasiada cantidad (ojo, yo las primeras veces me pasé en la cantidad y es un desperdicio absurdo) y se extiende con facilidad. Tiene un color anaranjado y apenas se percibe olor.

Se aplica por todo el rostro y cuello secos y se masajea la piel para que se pueda “atrapar” toda la suciedad, veréis como se va convirtiendo en aceite sobre la piel lo que facilita el masajearlo,  a continuación tienes dos opciones para retirarlo, la oficial o la adaptada que uso yo (llamémosla “Anouk’s way” ;-) )

La oficial es que aclares con agua el aceite, veréis que es sencillo porque al contacto con el agua se convierte en una especie de emulsión de color lechoso que se retira sin problema.

El “modo Anouk” (y de muchas más personas, seguro)  consiste en utilizar una muselina facial o (yo soy un poco más rústica) una toallita fina con un lado afelpado normal y el otro de felpa-terciopelo, la toalla la empapas bien en agua templada (que quede calentita), la escurres y con el lado felpa retiras el aceite de la cara, con el lado terciopelo finalizas la primera limpieza ¡y ya pasas a la segunda limpieza en jabón-espuma! (tu cara ya estará húmeda). Por cierto, yo también retiro el jabón con la toallita calentita (obviamente la voy aclarando y escurriendo entre las pasadas de limpieza), ¡no sabéis que gozada quitarte todo con la muselina-toalla templada!, es un gustazo tipo spa y te deja la piel preparada para ponerte los tratamientos posteriores (¡y así no te escurre el agua por los brazos al aclararte! que lo odio…)

Esta limpiadora es muy eficaz, retira muy bien el maquillaje y la grasa, no irrita y deja la piel suave. Aunque ya os he contado que yo los ojos me los desmaquillo siempre con el Pur Bleuet de Yves Rocher quise probar si este gel limpiador funcionaba para los ojos y la respuesta es sí, me retiró todo: la máscara, eye liner, sombras etc. sin irritarme nada.

En resumen: me parece una limpiadora eficaz y de uso muy agradable, elimina toda la “suciedad” y deja la piel muy suave y limpia, sin sensación de sequedad.

Qué me ha gustado más

El higiénico formato en tubo.

Se extiende con facilidad y es muy cómodo su uso.

Deja la piel muy suave y limpia.

Qué me ha gustado menos

No es una marca demasiado económica.

¿Lo volveré a comprar?

Es muy probable, de las limpiadoras en aceite que he usado de momento es la que más me gusta.

Puntuación

5

¿Dónde lo he comprado?:

Lo puedes encontrar en cualquier perfumería o gran almacén con productos de alta cosmética, depende de la tienda pero su precio ronda los 19€ los 125ml,  también se puede comprar en Amazon USA .